domingo, 22 de noviembre de 2015

Texto de Dari'o Torres


El Infierno Entre Tus Piernas.

Mujer en ti incline mis ojeras
y en tu pecho aprendí que la sencillez de las cosas se posa en tus aréolas
que tu espalda era una carretera a transitar
y mis manos el vehículo que te hacia erizar.

Tus labios carnosos serán la única isla en la cual quiero naufragar
y tú cabello el único enredo que me gustaría desarreglar,
tu perfume seria el elixir que me cure los males
y oírte cantar me haría sentir en júbilo como cuando oigo el himno entonar.

El pasar de los años no afecta ya que con la experiencia te vuelves perfecta
y no solo para el sexo, también para generar afecto
ya que tus gemidos son el canto gregoriano perfecto
que abre las puertas del cielo y al mirarte a los ojos me hacen
trasladar al infierno.

Al tenerte cerca me convierto en Adán seduciendo a Eva por la gran ciudad
siguiendo el paso de tus caderas al andar
y imaginarme miles de arco iris alumbrando la nubosidad
trayendo calma a mi tormentoso invierno.

Te instalaste en mi infierno por casualidad
tal como ángel que se rebela a los apóstoles y los hace colisionar
necesitaba calma luego de tanta calamidad
ya que cuando tus piernas se abren siento el infierno arder incitándome a pecar.


Dari'o Torres

Texto de Ángela Venegas.

"Soy una perra mentirosa" le digo mientras voy en busca de su
siguiente beso. Me encanta... Sus labios, su forma, los huesos de su
cadera y la curvatura de su espalda. Me llama "cobarde", "mentirosa",
me dice que no me equivoco al creer que estoy diseñada para hacerle
daño. Que si la quiero por qué le miento, que no es tonta, que yo
tampoco y que deje de engañarme; que no mienta más porque le hiere,
porque confía en mí... Porque creía en mí.
Y yo sólo sentada preguntándome y preguntándole y preguntándonos
entonces por qué se fue así. Porqué es que las cosas tomaron ese
rumbo...

Y no me sabe responder cuando le pregunto qué de todo pudimos hacer
tan mal. Y no le sé responder cuando me pregunta por qué miento...
Bueno, sí sé; "por temor a decepcionar" le digo suave y afónica porque
ya he bebido demasiado y el frío no hace un buen equipo a menos que
sea porque ella se me mete entre los brazos... Y entre las piernas y
le beso los codos.

Miento demasiado, insiste. Y yo sólo pensando en cómo decirle mi mayor
verdad sin que suene a burla: "Soy mierda... Y esta noche te besaría
hasta quedarme sin voz porque no sé de qué manera demostrarte, a las 5
de la mañana, que cuando se trata de ti, soy más que secretos y
errores..." Pero de mí sólo puede salir que soy una hija de la
chingada que no quiere hacerle daño.
Y me reduzco a besar sus labios porque las cicatrices no puedo... Voy
en busca de sus pechos porque es la manera más cercana que tengo para
llegarle al corazón; ojalá fuera posible, que después de tanto fallar
no encuentro otra forma.
Pide... Pide que le pida perdón. ¿De qué puedo pedirle perdón? Si ella
no sabe aún qué es eso que le oculto -o quién sabe- y le puede romper
sabe qué parte del cuerpo porque... Es mentira.
Soy mentira.
Soy mierda; soy todo eso que nadie querría-qué bueno que también soy
palabras precisas, de no ser así... Ella jamás se atrevería a
abrazarme una vez más-.
Me duele... Me arrepiento de ser mierda, de construirme tan asquerosa
y perfecta.
Y aún así, me duele más ser mentira. Lo reconozco y no me duele
hacerlo; me duele tener el descaro de decírselo viéndola a los ojos y
arrojándome a su cintura. Me duele.
Ojalá esta noche me creyera. Esta noche valdría por todas; esta noche
lo hubiésemos valido todo.
Me duele que a pesar de todo esté aquí, tomando todo eso que no
merece, recogiendo los peores pedacitos de mí. Besándome a manera de
"No te vayas... Hoy podemos mejorar" Cuando la única que tiene cuentas
pendientes soy yo.
Me revienta saber que no merece esto, esto que soy y he sido, y aún
así conservo el carácter egoísta de pedirle que no salga de mi vida;
me sorprende creer en mí después de tanto, de conocerme y vivirme tan
bien; hoy aprovecharía como loca esa oportunidad de no hacerle daño.
Hoy quiero demostrarle que puedo seguir siendo mierda sin mentir; y
ser lo mejor que le ha pasado por entre las arterias.

Ojalá no tuviera miedo.
Yo a mí.
Ni ella a nosotras.
Ni nosotras al tiempo.
-Ser Mentira.
"Soy una perra mentirosa" le digo mientras voy en busca de su
siguiente beso. Me encanta... Sus labios, su forma, los huesos de su
cadera y la curvatura de su espalda. Me llama "cobarde", "mentirosa",
me dice que no me equivoco al creer que estoy diseñada para hacerle
daño. Que si la quiero por qué le miento, que no es tonta, que yo
tampoco y que deje de engañarme; que no mienta más porque le hiere,
porque confía en mí... Porque creía en mí.
Y yo sólo sentada preguntándome y preguntándole y preguntándonos
entonces por qué se fue así. Porqué es que las cosas tomaron ese
rumbo...

Y no me sabe responder cuando le pregunto qué de todo pudimos hacer
tan mal. Y no le sé responder cuando me pregunta por qué miento...
Bueno, sí sé; "por temor a decepcionar" le digo suave y afónica porque
ya he bebido demasiado y el frío no hace un buen equipo a menos que
sea porque ella se me mete entre los brazos... Y entre las piernas y
le beso los codos.

Miento demasiado, insiste. Y yo sólo pensando en cómo decirle mi mayor
verdad sin que suene a burla: "Soy mierda... Y esta noche te besaría
hasta quedarme sin voz porque no sé de qué manera demostrarte, a las 5
de la mañana, que cuando se trata de ti, soy más que secretos y
errores..." Pero de mí sólo puede salir que soy una hija de la
chingada que no quiere hacerle daño.
Y me reduzco a besar sus labios porque las cicatrices no puedo... Voy
en busca de sus pechos porque es la manera más cercana que tengo para
llegarle al corazón; ojalá fuera posible, que después de tanto fallar
no encuentro otra forma.
Pide... Pide que le pida perdón. ¿De qué puedo pedirle perdón? Si ella
no sabe aún qué es eso que le oculto -o quién sabe- y le puede romper
sabe qué parte del cuerpo porque... Es mentira.
Soy mentira.
Soy mierda; soy todo eso que nadie querría-qué bueno que también soy
palabras precisas, de no ser así... Ella jamás se atrevería a
abrazarme una vez más-.
Me duele... Me arrepiento de ser mierda, de construirme tan asquerosa
y perfecta.
Y aún así, me duele más ser mentira. Lo reconozco y no me duele
hacerlo; me duele tener el descaro de decírselo viéndola a los ojos y
arrojándome a su cintura. Me duele.
Ojalá esta noche me creyera. Esta noche valdría por todas; esta noche
lo hubiésemos valido todo.
Me duele que a pesar de todo esté aquí, tomando todo eso que no
merece, recogiendo los peores pedacitos de mí. Besándome a manera de
"No te vayas... Hoy podemos mejorar" Cuando la única que tiene cuentas
pendientes soy yo.
Me revienta saber que no merece esto, esto que soy y he sido, y aún
así conservo el carácter egoísta de pedirle que no salga de mi vida;
me sorprende creer en mí después de tanto, de conocerme y vivirme tan
bien; hoy aprovecharía como loca esa oportunidad de no hacerle daño.
Hoy quiero demostrarle que puedo seguir siendo mierda sin mentir; y
ser lo mejor que le ha pasado por entre las arterias.

Ojalá no tuviera miedo.
Yo a mí.
Ni ella a nosotras.
Ni nosotras al tiempo.
-Ser Mentira.
Ángela Venegas.





Estoy de paso escrito por @Averno_ellibro




Estoy de paso Estoy de paso en este viaje hacia ninguna parte. Leo a Bukowski y me lo paso en grande. Leo a Poe, a Quiroga, a Bolaño, a Carver… Leo. Leo cuentos, sobre todo, pero también poesía y alguna novela. ¿Cómo es el infierno? ¿Hay libros allí? Eso espero, porque aquí solo estoy de paso y mi destino hace tiempo está escrito.



 Es un poema del libro poemas Averno.

Texto de @sortpoet


Era indescifrable y colmado en delirio, un espejo donde los monstruos que viven en las venas reventadas de los poetas más sucios se miran, un juego sin azar donde ganar era ofertar con mis ojos su feminidad. Ella, tan delicada, tan lasciva, tan carne y luz, tan desconocida. Me enfoque en sus pies y por más que los evidenciaba tras esos zapatos de tacón y sus delgadas medias de fina seda no soportaba el no estar destrozándolos con mi sed y mi boca, esa noche les proclame como el mejor de los vicios, un vicio desconocido y voraz, un verdadero vicio