martes, 29 de noviembre de 2016

Nunca has sido tú, todo el rato


A quien me vio hueca
y decidió guardar sus armas 
para esconder el pasado
y los muertos
y las noches. 


Eres tan inoportuna
como seguir cantando una canción
que ya ha terminado;
como un estribillo repetido,
sin sentido,
vacío.

lunes, 28 de noviembre de 2016

MUJERES



Las cifras son alarmantes, la sangre corre insistentemente y los gritos resultan inaudibles. No hay escapatoria, no hay disfraz para Juana de Arco, ni futuro predecible. Bajo la cama, bajo la mesa o bajo el ego de algún hombre, nos escondemos agitadas, mientras sostenemos con fuerza la esperanza de un nuevo día.

-"No usen faldas, escotes, vestidos, maquillaje", "no salgan sin un hombre", "no desobedezcan a su pareja": "O les puede ir muy mal".-

Entreguémonos entonces al miedo, a la sumisión, a la monogamia aplastante que compete a la mujer mientras se acompaña del infame heterismo masculino. Tomemos la mano de la resignación y callemos los abusos porque hablar de violencia a la mujer nos convierte en criminales.

Cuando uno vive de cerca las historias que a los hombres machistas, les resultan valerosas, comprende cuán repugnante es la indiferencia de la raza humana.
No se trata de hacer pronunciamientos que buscan atención, no se trata de un cúmulo irracional de quejas; se trata de vidas, de muertes, de MUJERES.

Somos mujeres porque no tenemos su sexo y eso automáticamente nos reviste con un manto de fragilidad innecesaria. No somos menos inteligentes, menos sagaces y mucho menos incapaces. Somos personas, bajo el mismo concepto que pregonan las constituciones, ¿entonces por qué día a día somos víctimas de violencia a causa de nuestro sexo?. ¿Por qué tenemos que rasgarnos las vestiduras, ponernos de rodillas, empuñar las riendas domésticas y olvidarnos de que existimos como nosotras y no como "esposas de..."?. ¿Por qué nos creemos el cuento de ser insignificantes, insuficientes y dependientes?.

No somos mujeres porque nos han convertido en mujeres o en el "otro" género, somos mujeres porque luchamos por ello, porque día a día tenemos que someternos a las concepciones desgraciadas disfrazadas de conductas regulares aceptables. Somos mujeres por suerte o infortunio (considerando el tiempo y el espacio).

No queremos empuñar una bandera en pro de los favoritismos o las consideraciones, queremos más bien sentirnos en igualdad de condiciones, sin mofas,sin violencia, sin moralidades.
Ni la iglesia, ni las costumbres, ni el género mismo pueden enterrarnos bajo la supremacía de ningún otro ser.

También soy mujer y no quiero ser un número más en la lista mundial  de los feminicidios, ni quiero callarme cuando puedo gritar. Soy mujer y no quiero ser muerte, quiero ser poesía.




-ANGIE CAROLINA ERASO JARAMILLO.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Arsis

Orilla de silencio llena de blues junto al cielo molto agitado

                                       Amor rubato en el cuarto de tono,

Sentimientos de sonidos.

                                       Me quieres blanca, negra o redonda, fusa y confusa.

Rota, escalonada, ascendente o descendente.

                                                     Cromática o de cuarta.

En intensidad, en fuga.

                                       Con movimientos lentos o agitados.

Aleatoria, cambiante.

                                                                              Ligera, moderada.

                   Siento un ataque de sonido.

   Barras en el aire alteran la armonía.

                                        Tú eres vibrante, yo soy variante.

No quiero una división musical.

                                        Los intervalos de tu musicalidad bajan la intensidad.

Patético.                         Eres ritmo, música, ruido.

                                                          Sensibilidad total en tiempo fuerte.

 Mi armadura se fuga. Andante. Alterada.

                      Ya no canto, ya no tengo tonalidad.

Vivo acorde a tu capricho con este sentimiento tremolo.

Se cierra la puerta de armonía.




Mujer poesía

Ella es Mujer sonrisa
cuando siempre en su propio mundo
cabalga sobre mi sombra
para que no me pierda
entre mis dudas.
Es Mujer jinete
de manos fuertes y aferradas
a la vida risa
a la vida baile.
Es Mujer semilla
de raíces que penetran
en mi pecho abierto
a cada brizna de arte.
Y es Mujer arte
porque colorea cada esquina
del campo de batalla
que rodea mi cabeza.

Ojalá pudierais conocerla
porque es Mujer terapia
sin cobrar un duro
por sus palabras.
Es Mujer silencio
y Mujer grito todo unido
en su manera          de estar     ahí.
                                                                      Aquí.
Ella es Mujer vuelo
cuando se eleva tan alto
que soy yo quien mira hacia abajo.
Es Mujer salto
porque la huida
le resulta demasiado adulta.
Y es Mujer niña
porque todo le parece extraño.

Ella es Mujer fuego
que deslumbra a cada paso
sin dejarte ciego.
Es Mujer magia
porque convierte cada sentimiento
en bandadas de golondrinas
susurradas.
Es Mujer juego
de locos y cuerdos
saltando una comba invisible.
Y es Mujer misterio
porque incluso cuando se va
aún la siento.

viernes, 25 de noviembre de 2016

ilusiones celestes

Más que la entropía del universo, la entropía de mi mente. ¿O es el universo mi mente? ¿O es mi mente un caos? En este caos en que más que el sol, es la luna mi faro. 

Atrapada en un agujero negro, sigo en busca del infinito, ignorando dónde acabaré pero conociendo el astro de salida. Terminaré siendo una supernova, cuya meta no es más que una utopía, la libertad,



mi libertad.

@nuriabarreraa

miércoles, 2 de noviembre de 2016

ver S.O.S: Noviembre

ver S.O.S: Noviembre:



Noviembre no es un mes,
son unos segundos de distracción
vestidos de noche y lluvia,
oscuro viento en la acera.
Es un soplo que nadie oye.
                
Noviembre no es un mes,
no nos engañemos. Son luces tenues
sin gente en la calle ni ruido alguno.
Es una sombra que cubre cabezas,
un escaparate donde nadie se para.

Noviembre es una almohada
hecha con los truenos de la noche.
Se resquebraja en la cama revuelta
del cielo que ladra con rabia
un dolor desconocido.

Noviembre no es un mes ni tiene nombre.
Es cuna del pájaro que ha huido,
la voz del niño callado
cuando no sabe con qué jugar
y mira la nada, ausente.




sábado, 22 de octubre de 2016

Sólo eso

"Sólo eso" Ricardo Marcos.

Instagram: Ricardomarcos_escritor

Ricardomarcos.WordPress.com

Eres todo eso que jamás entrará en un sólo poema.
Porque nunca un poema podría reunir tanta belleza
como el eco que crea tu sonrisa en la eternidad de un mundo que avanza demasiado rápido
para percatarse que la belleza tiene nombre y apellidos, que está a mi lado,
en mi cama, dándole el sentido a mi vida. Eres todo eso
que sólo con su ausencia te conduce al más profundo de los abismos.
Y hasta el abismo es un buen destino si le siguen tus piernas.
Eres todo eso
que pese a ser un cúmulo de casualidad en un tiempo y lugar concreto,
es lo más perfecto en un mundo triste y vacío que nunca irá mas allá de lo obvio. Eres todo eso
que pese a no tener título ni etiquetas
ni preferencias, siempre acaba por convertirse en la elección perfecta.
Eres todo eso
que te hace sentir el más doloroso frío para luego conducirte al más cálido de los sueños.
Eres todo eso,
una tregua en el tiempo,
un paraíso en mi propio barrio,
la que siempre me ve guapo y me llama feo,
la luz que ilumina la misma luna,
la que tiene su propio día de la semana. Eres todo eso,
la poesía que inunda mi vida,
el destino de todos mis viajes,
la que reconstruye mis sueños rotos,
la que rompe todas mis madrugadas y mi compañera fiel de mis sábados de siesta.
Eres lo mejor de vida,
eres todo éso,
sólo eso.

miércoles, 19 de octubre de 2016

La luz de mi vida

Y de pronto la noche. Suena en el eco del día un grito ahogado; el que con fuerza sale de mis pulmones al comprobar que ya no estás; que ya no pones el sonido de tu risa y la magia que desprendían el sonido de tus orgasmos a mi vida. Y de pronto la noche. Suspiro y no sale aire de dentro de mí, sólo una mezcla de tristeza y melancolía de todos esos recuerdos que compensaban las penas más amargas. Una mezcla espesa que deja aún màs mi mundo a ciegas. No me quedan aliento ni ganas de seguir por un mundo que hace oídos sordos a todas mis plegarias: sólo le pido que vuelvas, que nada cambie, que todo siga como hasta ahora, que vuelva la luz que iluminaba mi vida. Y de pronto la noche. Vago a ciegas por los rincones de mi vida y en ninguno de ellos te encuentras tú. Y me pregunto si ellos también volverán a tener la misma luz, la misma seguridad de siempre ahora que tú ya no los sujetas con la firmeza de tus manos. Y sin esperarlo, un mapa, cuatro coordenadas, la dulce esperanza de volver a encontrarte perdida en tus dudas, la esperanza de que vuelvas de nuevo a mi vida. Y de pronto luz, un resplandor que casi me deja ciego. Miro de frente al abismo y éste se desvanece bajo mis pies. Alguien me sonríe y entonces, entonces siento paz, y entonces siento que el mundo me compensa por el dolor y las penas que me dejó tu partida. Una sonrisa en el umbral de mi pena, cuatro chispas que dan inicio a la historia más bonita de nuestras vidas. Y de pronto, sin esperarlo, tú ya sólo eres parte de mi pasado y ella, la luz que vino a alumbrar todos los rincones, ésos que descubrimos juntos; y que al igual que a mi, tú dejaste abandonados a su suerte.

Podéis seguirme en instagram: ricardomarcos_escritor

Nada más grande

Te llevaría hasta el final del mar, para que vieras que éste puede ser el final de todos nuestros principios. Te llevaría hasta el final de tus fuerzas tumbada sobre el lecho de nuestra cama, dejándote exhausta, dormida, descansando sobre mi pecho el peso de toda tu vida. Te llevaría hasta el final de todas mis dudas para que comprendieras como tú por ti misma, le das sentido a toda mi vida. Te llevaría hasta la última montaña de nuestras vidas para contemplar nuestros mejores recuerdos. dejàndonos fascinados con la perspectiva. Te llevaría hasta la misma luna para que vieras que incluso de cerca, ni ella misma es tan bella ni brilla tanto como tú sonrisa . Te llevaría hasta el final del mundo si me lo pidieras, para que vieras que ni siquiera allí hay nada tan grande como nuestro amor.

Podéis seguirme en instagram: ricardomarcos_escritor

jueves, 25 de agosto de 2016

Escena 4

Se abre el telón.
Golpe frío.
De realidad.
Alivio.
En el centro de la noche.
Se cierra el telón.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Tú recuerdo

Fuiste tregua en un tiempo de guerra,
fuiste un triple sobre la bocina,
la voltereta perfecta sobre la pared de la piscina en la carrera soñada.
Fuiste un aguacero en el bochorno del verano,
un cigarro compartido en la soledad de mi patio,
la hoja en blanco que se posa sobre un mal poema diéndome: vamos, puedes hacerlo mejor.
Fuiste la derrota de mi vida que se colgaba todas las medallas.
La directora de una obra de teatro en la que me vi protagonista cuando antes sólo era un extraño.
Fuiste un selfie al límite de la colina,
fuimos un amor de altos vuelos,
en un cielo con un techo demasiado bajo.

Por un tiempo fuimos muy grandes en un mundo que quizá, nos quedaba demasiado pequeño. Sólo el tiempo nos lo dirá, pero a veces tengo la sensación de lo único que tiene cabida en mi mente, es tu recuerdo.



Redescubriendo mi mundo, contigo

# Redescubriendo mi mundo, contigo
# Ricardo Marcos

Hasta que llegaste tú siempre creí que el azul del cielo no tenía matices,
que las calles de mi barrio carecían de magia,
que en las sombras sólo se escondían cosas malas,
que los menús individuales siempre eran para uno,
que los parques eran para los niños y los perros,
que los programas de cocina eran aburridos,
que siempre escribiría poesía sólo.

Y luego llegaste tú,
dispuesta a redescubrir mi mundo.

Me enseñaste a apreciar los grises del cielo y a jugar con sus nubes;
a ver cómo entre las calles de mi barrio se escondía otro mundo más agradable en el que jugar al baloncesto juntos entre canastas y risas fugaces;
me enseñaste que entre las sombras también hay luz y que siempre están dispuestas a contarte un secreto si les juras fidelidad;
que un menú individual siempre llena si el poste lo pones tú;
que los parques son el lugar perfecto para dos enamorados, un lugar en el que sentirse niño y adulto al mismo tiempo;
que los programas de cocina son muy entretenidos, tumbados en el sofá con una copa de vino en la mano y tus audaces comentarios de suficiencia culinaria provocándonos la risa que ahora llena el salón.

Y como te digo, siempre pensé que escribiría poesía sólo,
pero ahora es pensar en ti y pareciera que el folio se llenará de versos sin darme cuenta y casi, sin mi permiso.

lunes, 22 de agosto de 2016

Escena 3

Se abre el telón.
Escucho
por primera vez
tus miedos escondidos
en el espacio que dejas
entre tus dedos
y las cuerdas.
Cerrado en negro.

jueves, 18 de agosto de 2016

Escena 2

Se abre el telón.
Vuelvo.
A ilusionarme.
Con nuestro mundo de palabras.
Cerrado en negro.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Escena 1

Se abre el telón.
Vuelves.
A nuestro mundo de palabras.
Déjà vu de recuerdos felices.
Mensajes de nada.
Tú y yo.
                 Diferentes.
                                          Riendo.
Cerrado en negro.

martes, 9 de agosto de 2016

Detalles




Esta tarde después de haber tenido un día agitado, llegando a casa veo que me tenían una sorpresa, pero me pareció extraño ya que normalmente no recibo este tipo de detalles.
images (1)Sobre la mesa había un florero de cerámica y su color rosa pastel llamó mi atención, tenía unas flores hermosas y coloridas entre ellas un girasol, era grande, amarillo y de tallo fuerte, medía quizás de 2 a 3 cm., sus estambres eran rojizos y ovalados, la luz del sol le daba un brillo único.
Tenía una hoja verde, que estaba bordeada con unas finísimas estrías que parecían surcos verticales, de color oscuro, casi negras. Las demás flores envidiaban su belleza. Me acerqué para tomarle una foto y me di cuenta que tenía una tarjeta con dedicatoria y como lo suponía no eran para mí.

Isabelle. 

Los invito a mi blog personal. 

https://ispamagadotcom.wordpress.com/


lunes, 18 de julio de 2016

A penas he pensado en ti
en todo este tiempo
conociendo el exterior
que tanto ansiaba,
pero no puedo no reconocer
que saber que me piensas
me ha alegrado.
Un poco.
Reconozco que mirando estas vistas
de hermosos verde y azul
puedo imaginarte.
Tal vez el Concierto de Aranjuez
que escuché en el metro de París
me recordó a ti,
y quizás también
la palabra viaje.
Te imagino disfrutando
de tu camino solitario
muy lejos de aquí
y sonrío.
En mi cabeza se encuentra clavada
tu forma de caminar.
Tan solo cambia el fondo
que habrás elegido
para ser encontrado.

Tu felicidad se transforma
con los distintos espacios
y eso
también transforma mi sonrisa.
Porque amo la felicidad de quien amo
aunque no sea gracias a mí.
No necesito que sea gracias a mí.
No necesito que me necesites.
Pero quizás sí
que tú me digas
que no necesitas
que te necesite.

martes, 12 de julio de 2016

ver S.O.S: DONDE CABALGA QUIEN TEME ANDAR

ver S.O.S: DONDE CABALGA QUIEN TEME ANDAR:



Pocos animales hay tan destructores
como la cobardía,
donde cabalga quien teme andar.

Avanza a través de sus pezuñas manchadas
por el barro con que se cuece la carne de héroe,
busca el camino más largo,
da vueltas en vano con tal de no aparecer
y reta, sin intención, al azar y al destino.





"Y de repente Madrid es la ciudad más grande del mundo" por Insomnio en la piel

Te he mirado a los ojos y me he quedado paralizada,
como una niña subida en unas escaleras mecánicas rotas.
Verte quema tanto como mantener hielo dentro del puño sonriendo
mascullando que estoy bien,
qué bonito paisaje,
qué maravilloso es todo desde que te has ido.
Nunca fui de echarte de menos antes de que salieras por la puerta
ni de pedir favores que podré cumplir,
porque no tiene gracia llorar si no es en tus propias ruinas.
(Y a mí me encanta reírme)

Quizá he sido demasiado rápida
y he cerrado la puerta
y te he pillado los dedos
y te he hecho daño
y ahora no quieres volver.
Verás,
llevo un cinturón de explosivos atado a la cintura desde que nos conocimos
pero nunca te he querido molestar con eso.
Prefiero acercarme con la gabardina abierta
a mostrárselo a quien engulle miseria para vomitar compasión.
La guerra interna no debería salpicar a nadie,
así que dejad de escupir sangre en mi cara.

He querido dormir en tus párpados,
egoísta.
He intentado abrazarte los miedos,
espalda.
Te he esperado desencantada,
como quien no ve el vacío
pero lo intuye.
Como quien intuye la nada.

Me he quedado quietecita y sonriendo
antes de seguirte para acabar llorando.
Pero, joder,
se me congelan la boca y las ganas
si no estás para envolverme en las canciones de Quique,
en el olor a gasolina
o en la piedra del mechero.

Y no sé cuántos inviernos más se me van a echar encima
si no te encuentro.

sábado, 9 de julio de 2016

"Tan guapa"

Eres tan guapa,

que mi mundo finge estar en

silencio para poder escuchar el

ruido de tus pasos abrazando el

suelo.

                              Ricardo Marcos.

jueves, 23 de junio de 2016

Cometa y huracán

Y te volaste,
que digo volar,
te desvaneciste;
como se desvanece una cometa
en pleno huracán.
Su piel,
el huracán:
ese insaciable torbellino de sensaciones.
Y la cometa,
esa parte de ti
que se perdió para no volver jamás.
                                      

                                    Ricardo Marcos. 


De mi blog: www.ricardomarcos.wordpress.com

Cóctel pasajero

Eres morfina,
una morfina deseable hecha de piel y emoción,
como si fueras un cóctel adulterado de morfina y éxtasis. 
Pero como cualquier droga,
tras el período de abstinencia
apenas quedarán resquicios de ti en mi cuerpo. 
Eras la parte perfecta de cualquier historia, el cierre ideal de cualquier poema. 
Eras la parte inconclusa de una vida en manos del tiempo, los amigos y las parejas perdidas.
De los fracasos y derrotas, las historias dejadas en puntos suspensivos y de los sueños a medio empezar guardados en un cajón. 
Cada vez que contemplabas la noche dada de mi mano creías que ésta sería la definitiva, la parte obvia e inminente del inicio de un cuento perfecto.
Pero quizá pasaste demasiado por alto la idea de que cualquier cuento se comprende de varios capítulos. 
Muchos de ellos rozando la antítesis de la perfección. 
Sino, la trama no tendría ni el más mínimo ápice de emoción. 

Lo mismo pasa con nuestra historia,
con nuestro capítulo pasajero;
no soy ni nunca seré,
hombre de unos solos versos. 

Ricardo Marcos 

De mi blog www.ricardomarcos.wordpress.com 

lunes, 13 de junio de 2016

Ven (@gloria_tur)

Jamás hables de mí si no sabes que mis ojos esconden las estrofas de las canciones de un cantautor que empezaba con un "Papa cuéntame otra vez".
No me conoces.
Nunca sabrás si soy para tanto o para poco,
ni que ordeno la habitación cuando me siento caos.

No me conoces.
No sabes que tengo la estantería dividida en libros de mi infancia,
libros que jamás volvería a leer
y los libros de mi vida.
No sabes que entre Cicerón y Panero
guardo a Marx y a Engels.

No me conoces.
No sabes de dónde provienen mis heridas,
ni que no sé cicatrizar.
No entenderías que tardara en superar un puto año
una relación que duró poco menos de un mes.

No me conoces.
No sabes que escribo porque las palabras me arden en el pecho,
porque no quiero estallar,
porque no quiero empezar a abrirme,
porque no lo quiero manchar todo de dolor.
Que no hay detergente que saque esa basura de mi ropa.

No me conoces.
No sabes la impotencia que siento al vivir en esta sociedad en la que estamos tan solos.
No sabes la rabia que siento ni lo que lloro cuando vuelvo a encontrarme con la realidad de quienes intentan huir de la guerra
y se dan en la cara con la hipocresía de Occidente en forma de vallas y gas lacrimógeno.

No me conoces.
No sabes que mido el tiempo en canciones de día
y en cervezas de noche,
ni que cuando canto en público lo que quiero es acabar con todo.

No me conoces.
No sabes ni sé si entenderías algo de lo que escondo.
Pero, si quieres,
ven,
y te canto cada una de mis batallas. 

Ven (@gloria_tur)

Jamás hables de mí si no sabes que mis ojos esconden las estrofas de las canciones de un cantautor que empezaba con un "Papa cuéntame otra vez".
No me conoces.
Nunca sabrás si soy para tanto o para poco,
ni que ordeno la habitación cuando me siento caos.

No me conoces.
No sabes que tengo la estantería dividida en libros de mi infancia,
libros que jamás volvería a leer
y los libros de mi vida.
No sabes que entre Cicerón y Panero
guardo a Marx y a Engels.

No me conoces.
No sabes de dónde provienen mis heridas,
ni que no sé cicatrizar.
No entenderías que tardara en superar un puto año
una relación que duró poco menos de un mes.

No me conoces.
No sabes que escribo porque las palabras me arden en el pecho,
porque no quiero estallar,
porque no quiero empezar a abrirme,
porque no lo quiero manchar todo de dolor.
Que no hay detergente que saque esa basura de mi ropa.

No me conoces.
No sabes la impotencia que siento al vivir en esta sociedad en la que estamos tan solos.
No sabes la rabia que siento ni lo que lloro cuando vuelvo a encontrarme con la realidad de quienes intentan huir de la guerra
y se dan en la cara con la hipocresía de Occidente en forma de vallas y gas lacrimógeno.

No me conoces.
No sabes que mido el tiempo en canciones de día
y en cervezas de noche,
ni que cuando canto en público lo que quiero es acabar con todo.

No me conoces.
No sabes ni sé si entenderías algo de lo que escondo.
Pero, si quieres,
ven,
y te canto cada una de mis batallas. 

viernes, 10 de junio de 2016

Julio

Permanezco
en un constante mes de Julio
soportando las dudas
levantadas por tu silencio
silenciadas por tu ausencia.
(CalladCallad.)
Sigo queriendo pertenecer al aprendizaje de tus manos
pero tú siempre has preferido morir
a pedir ayuda,
callar
a sentir,
tocar
a hablar conmigo.
Sueño tu desnudez sobre mi cama
tu música penetrando mis nombres
tu sonrisa caminando mis labios,
pero decidiste
llamarme loca
reírte
y marcharte de la fiesta.
No conseguiste
silenciar mis bailes
pero olvidaste tus dudas en mi cuerpo.
(CalladCallad.)
Puedes volver a recogerlas cuando quieras
a mí
me sobran.
No esperes que te espere
no esperes a que actúe
aunque tal vez alguna noche
entre mis bailes y tus miradas
te bese en los labios
te mire a los ojos
y te diga:
Gracias por las dudas,
pero no las quiero.
Siempre han sido tuyas
tendrás que hacerlas callar.
Yo nunca lo he logrado.
(CalladCallad.)
Observo tu azul cielo
invadiendo mi deseo
y reconozco
que no opongo resistencia.
El azul siempre ha sido un color bonito.
Pero entonces
me vuelvo cobarde,
buscándote defectos
queriendo no quererte.
Rodeándome de mis propias dudas,
además de todas las tuyas,
y no sabiendo acallarlas
sigo cayendo
en mis sueños tintados
de tu música azul.
(CalladCallad.)

lunes, 6 de junio de 2016

sábado, 28 de mayo de 2016

"El borrador de nuestra historia"

En tus palabras escondías mil silencios,
en tus silencios escondías mil sueños.
En tus besos un adiós anticipado,
en tus despedidas un te quiero y un te necesito,
pero también necesito descubir lo que era antes de que fuerámos uno.
Nunca imaginé que el amor pasara por tus carnosos labios.
Aún hoy me pregunto que fue de esta historia tan fugaz, tan real, tan inesperada.
Aún me preguntó dónde se quedó y en qué momento se perdió todo esto, todo lo que éramos.
Quizá empezara a perderse en el mismo momento en el que yo me perdí en la inmensidad de tus ojos y poco a poco fui reduciendo momentos para mí para tener momentos compartidos que nunca acabaron llegando.
El amor es tiempo, tiempo juntos pero también tiempo por separado.
Tiempo para echarse de menos. Para echar en falta tus manos sobre mi pelo, tus besos en mi oído, tus tontas formas de decirme te quiero.
Somos como el escritor que varía mil veces la historia de su cuento, acumulando papeles arrugados en la papelera de su escritorio (y de su vida).
Soy escritor y sé muy bien lo que me digo cuando afirmo que en todos esos personajes y en todas esas historias abandonadas a su suerte en una papelera, hay una pequeña parte del escritor.
Una parte que no se pierde, una parte que de una forma u otra renacerá en otra historia y en otro personaje, no sé si mejorándola pero si volviendo a darle la vida que se merece.
Lo mismo pasa con las historias de amor, que a veces tu única alternativa es volver a empezar otra aunque en la anterior hayas dejado marcada una gran parte de ti.
Tanto en las historias que acaban en el fondo de una papelera como en las historias de amor de verdad, nada se pierde. Todo se tranforma para devolvernos esa parte de nosotros que creíamos ya perdida y abandonada a su suerte.
Siempre merece la pena intentarlo, siempre; por muchos folios amontonados que acumules en la papelera de sueños que es tu vida.
Nuestra vida es como un borrador, lo único que nunca podremos deshacer y corregir es cuando a nuestra historia le llega el punto final.
Ricardo Marcos   De mi blog: www.ricardomarcos.wordpress.com 

"Como si el amor caducase"

Éramos un día de lluvia bajo las mantas del sofá,
Éramos una película de amor por descubrir.
Éramos el primer estornudo de la primavera,
y el primer día de playa del verano.
Éramos el sol y las estrellas,
éramos noches de lujuria en pos de las constelaciones.
Éramos juego,
éramos paz
y éramos sonrisas traviesas.
Éramos tantas cosas,
que aún hoy me cuesta creer que sólo seamos una historia pasada de fecha.
Como si el amor caducase.

Ricardo Marcos. De mi blog: www.ricardomarcos.wordpress.com

domingo, 15 de mayo de 2016

Noches de Mayo

Te imagino bajo mi colcha
y se asoma la escarcha
que dejó tu frío recuerdo
tras tu marcha.

Ojalá hoy me eches en falta,
pues estos son los últimos versos
que te escribo,

y la última mentira 
que en mi carne vivo.

lunes, 9 de mayo de 2016

Esperando el Grito

Mientras mi cuerpo
se mantiene expectante
ante la solitaria nada
que se extiende ante mí
como un océano agrietado,
el temblor de los sonidos arrugados
miente a la realidad
y huye
hacia oscuros recovecos
donde el amor
susurra a oídos sordos
versos de poetas
olvidados en el tiempo.

Soy
la soledad personificada
en un cuerpo
que cruje con cada movimiento
de sus huesos,
los mismos que tiemblan
con los susurros de ese amor
abandonado
y perdido
entre besos caídos
de mentiras y prejuicios.

Los labios se separan
para emitir un grito ahogado
en el centro de la salvación,
pero escuchan
los susurros estridentes
y besan el recuerdo
que destruye el grito
en dibujos abstractos
de silencios inventados.

Me baño en el océano agrietado
donde encuentro
entre recovecos
mi temblor escuchando
el poema del amor,
los crujidos de mis besos
levantándose contra las mentiras
y el recuerdo abstracto
derrotado en la batalla
por el grito ahogado
y triunfante
de mi garganta rota
por la salvación.

domingo, 8 de mayo de 2016

HASTA QUE LA VIDA AGUANTE

Cada día conjugamos el verbo querer
en el futuro más perfecto que sabemos
y el pretérito anterior 
a tus manos
me dice que será siempre 

Esas manos que saben recitarme
de memoria y con voz firme
esas mismas manos 
que han ido recogiendo 
los pedazos de mi espalda rota
-rota por el tiempo
y por el peso de arrastrar amores muertos-

Ahora que el amor no se rinde 
y tú estás 
la lluvia de mis pupilas
ha ido perdiendo las hojas
en un otoño precoz 
Y tú has ido floreciendo
con el sol
dentro de mis párpados 
en una primavera tardía 

Ahora que es invierno 
y has aprendido a nevarme por dentro 
te llevaré en el calor de mi pecho 
hasta que la vida aguante. 
 



Mi nombre es Miriam Almohalla. He publicado un poemario hace un año llamado "Retales de un corazón". Este texto que he compartido con vosotros saldrá en mi próxima publicación... Pronto, muy pronto. 
Espero que lo hayáis disfrutado, si os habéis quedado con ganas de más podéis escribirme:
E-mail: miriamsg941@gmail.com 
Twitter: @miriamalmohalla
Instagram: miriams_g

Gracias por creer en la poesía.

Miriam Almohalla.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Pero todos contigo

Hay días que te quiero.
Hay días en los que te odio.
Hay días en los que le robaría el brillo a la luna para devolvérselo a tus ojos.
Hay días en los que me escaparía hacia ningún lugar y me perdería entre la gente con tal de no soportar tus cabreos más tontos.
Hay días en los que te llevaría de la mano para escapar de un mundo contagiado de gris; días en los que tu te empeñas en destilar un azul mar intenso e inmenso capaz de desbordar este triste mundo absorto en sus pensamientos más inmundos.
Hay días en los que tus labios me saben a conquista y a murallas derruidas.
Hay días en los que tu mirada me retrata en la peor de mis derrotas y en la humillación de ser protagonista y vencido del castigo de tus ojos.
Hay días en los que mi poesía me sabe a poco y otros en los que simplemente me sabe a nada si lo comparo con la gracia y la magia de tus labios.
Hay días en los que doy tres pasos y parece que he retrocedido seis al encontrarme de frente con la sensación de que me faltan las caricias de tus manos.
Hay días en los que me fundiría en tu piel, inundando cada poro.
Hay días en los que me das calambre; días en los que me dices muy enfadada: no me toques. Cuando en realidad lo que más quieres es que te abracen.
Hay días en los que mi vida es mejor vida porque la acompaño de tu cariño, amor e ilusión; y días en los que me planteo huir, pero al final saco cuentas y todos los buenos momentos juntos compensan los malos.
Hay muchos días en el transcurrir de nuestras dos vidas, y al final lo único que saco en claro, es que todos mis días los quiero vivir sólo si vienen dados de tu mano.

Ricardo Marcos.
De mi blog www.ricardomarcos.wordpress.com

martes, 3 de mayo de 2016

Tiempo

Pretérito imperfecto. Presente simple. Futuro perfecto.

Un pasado imperfecto, pero a pesar de ello no puede cambiar, es algo inevitable; un yugo con el que debemos cargar hasta que nuestro cuerpo caiga rendido bajo tierra.
Esos fríos recuerdos que llenan nuestros ojos de impotencia y rabia, pero también enternecen el corazón, esos que se cuelan lacónicamente a través del fino cristal de la ventana, esquivando los malos momentos, y más níveos que los copos que los miran recelosos, llegan hasta tus manos. Entre el marfil, y como si de un milagro tratase, tocas esa melodía que ya ni siquiera recordabas.
El pasado es imperfecto como la vida y fruto de esa imperfección es esa sonrisa con la que le cuentas tus viejas historias, mientras él, fruto de tu vientre, te mira con los ojos centelleantes propios del niño que un día fuiste.


Un presente tan simple como la vida misma, como estar mirando el paisaje cambiante a través de la ventanilla de un autobús cuyo recorrido has hecho miles de veces. Tan simple como sentarte cada mañana en la silla de tu escritorio, tomando un café, esperando a que llegue la hora en la que tengas que partir a hacer la misma función de cada día. Como si fueras un autómata, un ser diseñado para trabajar, incapaz de distinguir entre los casi imperceptibles cambios que sufren los hilos del destino, llevando a todo el mundo por un camino sumamente enigmático. Aunque nadie se da cuenta de cuan grande pueden ser esas pequeñas acciones y cómo cada simple acción, como el respirar, crea una pequeña brisa que mueve apenas unos grados el timón de este, nuestro barco.


Un futuro tan perfecto como efímero, un pensamiento cambiante y trascendental que se encarga de variar conforme maduras. Promesas que acaban convirtiéndose en mentiras olvidadas que se las lleva los vientos de abril junto a mi ventana. Esas monedas que se tiran en una fuente y allí se quedan hasta que alguien los recoja. ¿Dónde están esos sueños que te arropaban cada noche?
Hasta que entre tañer de campanas y envuelta en retales blancos, te das cuenta de que el futuro es incierto, salvaje e indomable; y ese futuro perfecto que te enseñaron en la escuela no es más que el sueño gramatical de un pasado frustrado.

domingo, 1 de mayo de 2016

Excusa los minutos de retraso

Con el tiempo, y por lo pronto, un corazón roto te presta el dilema de si realmente te enamoraste de la persona,

o de su idea. 

viernes, 29 de abril de 2016

Muerto en nuestra guerra.

Maltrecho
en el lecho de esta guerra,
absurda guerra
de miradas evasivas
uno del otro.

Muerto de miedo
en aquesta trinchera
en la que me encuentro
solitario
y completamente derrotado,
con temor a perder
más partes de mí,
aunque pocas quedan ya.

Ante ti,
en esos cara a cara,
me encuentro armado
con lápiz y papel
y mis ya inútiles versos.
Tan solo quiero morderte
en tu tersa yugular
hasta oírte gritar
tus mil y un orgasmos.

Abatido de un tiro
como un solo guiño
de esos ojos profundos.

Derrotado,
tirado en el suelo,
agonizando
y pidiendo clemencia a la muerte
para que termine ya
con este trabajo a medias.

Protegeré
mi corazón como nación,
y mi frontera en tus labios.

jueves, 28 de abril de 2016

La musa

Lejos se encuentra su voz
susurrando mis nombres con leve pudor,
mantiene sus manos tocando el color
de mis callados sueños en constante flor.
Caigo tantas veces en su cálido amor
que tengo miedo de no ser real,
me conservo completa sin dudar
mas también su costumbre mantengo a mi pesar.
Mis grises palabras consigue pintar
de vivos colores con su arte y sanar.
Mi musa: artista
y yo
un triste cantar.

A todos los escritores

Ese instante en el que comprendo
de repente
y sin darme cuenta,
aquello que siempre estuvo ahí
pero que nunca había descubierto.
Una de todas las verdades.
Aquella que dice
que nunca estaré preparada para escribir lo que quiero,
así que voy a escribir lo que quiero.

lunes, 25 de abril de 2016

Sinfonía

Cada día me preguntaba dónde podía estar mi alma gemela.
Me levantaba con la misma sensación con la que se levanta un pianista cuando le arrebatan el instrumento al que ha dedicado toda su vida.
Buscaba el amor, buscaba la pareja ideal, mi media naranja o mi medio limón que más da; eso no existe, me decían.

Buscaba cariño y comprensión.
Buscaba detalles tontos más que regalos caros.
Buscaba noches de sofá y manta que rematar en la cama, y no aburridos planes de fin de semana.
Buscaba besos lentos y no lenguas hasta la campanilla en una primera cita.
Buscaba una chica inteligente con la que hablar de libros, política, música instrumental y poesía.
Buscaba unos ojos marrones con brillo antes que unos claros sin chispa.

Buscaba una sonrisa que cambiara mi vida, cuando yo ya era el motivo y principal protagonista de otra sonrisa.

Era como el pianista que se deja el alma en interpretar la obra que ponga el colofón a su vida, cuando en realidad lleva la obra en sus dedos desde hace más de cuarenta fragmentos.

Hasta que un día dejé de buscar, miré para otro lado y me la encontré a ella.
Allí, con esos ojos que había visto tantas veces pero había observado tan poco.
Con esa sonrisa que me me decía: bésame y pon fin a mi mundo, que hoy mismo empezamos una nueva vida juntos.

Y la besé.
Y nuestros labios se fundieron.
Terminé la pieza,
resulta que mi alma gemela venía con sinfonía propia.

Se convirtió en la obra.
La obra que ponía el broche a una vida. A una vida llena de partituras y composiciones incompletas arrojadas a la basura.

Ricardo Marcos.
De mi blog ricardomarcos.wordpress.com

viernes, 22 de abril de 2016

Belleza, una cuestión de elección

Tú, aparentemente tan segura por fuera, haciendo bandera de tu físico. Y sin embargo, tan vacía y falta de sueños por dentro.
Ella, más insegura, con un físico que en ocasiones no le hace toda la justicia que ella quisiera; pero con una mirada y una sonrisa tan limpias que es capaz de conquistar a cualquiera.
Tú, metro ochenta, mirada traviesa y figura perfecta; que se quedan en nada cuando abres la boca y lo estropeas con tus palabras.
Ella, metro setenta al que no llega, ojos negros chispeantes y una figura muy alejada de las mujeres de pasarela; pero con una simpatía y una dulzura capaces de hacerme perder la cabeza.

¿Y aún hoy te preguntas por qué la elegí a ella?

domingo, 10 de abril de 2016

Kamikaze, Irene Gallego.

Noches en vela
en el otro lado
siendo perseguida
por la muerte.
Me despierto
con los huesos calados
del sudor y sangre
derramados,
y los miedos se acrecentan
sin forma de evitarlo.
Caigo y caigo
desde el inframundo
a la tierra de lo oscuro,
más negra de la que ya habitaba,
más muerta que mi alma.
Y grito. Grito por auxilio.
Pero nadie escucha
y tampoco quiero ser escuchada.
El descenso al infierno es fácil,
y una vez allí la luz
se siente volátil.
No la quiero,
no me quiero.
Solamente quiero descansar
de esta batalla explosiva,
lanzarme al vacío de lo desconocido,
vivir una nueva vida,
lejos.
Lejos de mí, de todo.
Lejos de ellos, del dolor.
Silencio. Por siempre,
quiero.

viernes, 8 de abril de 2016

El celebre bar de los atormentados


 Era un célebre bar, allí había reposado Modigliani, allí el padre Grandet había desparramado su oro entero, allí Edgar había dibujado las primeras líneas de su amontillado, allí Holmes había retozado con su pipa en busca de conjeturas; cuantos personajes que para entonces no eran sino hombres. 

 Este era otro hombre, apenas encontrando a quien sería su eterna amada, esta sería el opio, en ocasiones trastocada también a alcohol. 

 El bar era repugnante, tenía impregnado un olor pérfido, sus paredes eran lúgubres tapizadas de melancolía, era un ambiente triste que sin embargo contenía más vida que el escenario más colorido. Hay tanta vida en la muerte después de todo. 

 Este hombre hipocondríaco dio con el bar una tarde en la que había sido molido a golpes, ensangrentado pidió ayuda, refugiándose en el bar de los artistas malditos, (¿pueden ser los artistas algo más que eso?) un hombre mugriento le imploro que se fuera, "busque ayuda en otro lado, váyase" a lo que nuestro hombre contesto "¿no me ve acaso? no podre ir a ningún lugar, déjeme" "¡váyase ahora que puede!" le imploro el desdichado hombre, repitiendo una y otra vez "¡váyase antes de que lo encuentren!" "¡oh, ahí viene!" "¡oh, vida mía!" este gritaba y susurraba. Espantado nuestro hombre apartó al delirante y se sentó en la barra llena de alcohol goteando su espesa sangre, una mujer salió de la nada, esta le miro con compasión, le iba a curar, tomó asiento junto a él, retiro su blusa color salmón y le limpio la sangre, tomo el rostro de ese hombre entre sus tersas manos, le beso llenando de whisky el aliento, la mujer se levanto luego del beso, poniéndose la blusa llena de sangre, nuestro hombre la miraba fascinado, la saboreaba entre tanto, antes de darle la espalda, la mujer le dejó un poco de opio, esta le presentó a quien sería su amada, la mujer desapareció paso a paso y este hombre la acaricio entre miradas junto al opio. 

 Se encontró embebido, palpando por primera vez a su amada, olvidando las afecciones que le hacían retorcerse cada noche, borrando las deudas y dejando atrás los crímenes de su verdad, esta que estuvo a punto de arrebatarle la vida por la tarde, el opio lo cubrió de maravilla.  

Alrededor de él no notaba más que delirantes, un hombre bailaba sin melodía alguna, otro chasqueaba sus dedos y reía, uno rubio jugaba con tres ratas y otro similar a una tortilla susurraba a un vaso de hielo. 

 El tenia a su opio entre esos desdichados, sus labios aún tenían el sabor a whisky de esa mujer, esa mujer que le había hecho liviana el alma, con su olor y blusa de salmón había removido toda la sucia sangre, "¡Qué mujer tan excepcional!" se dijo, le hizo ligero, curó sus heridas, le presentó su verdadera vida, cuando hasta entonces todas las mujeres que había conocido le habían hecho el espíritu pesado, su sangre la habían derramado y sus heridas abrían una y otra vez, retorciéndole cada una con alegría el puñal, "¡Oh, las mujeres, divino tormento, placida muerte!" exclamaba en sus adentros, "Podría amarlas a todas, pero ellas no entienden de amor, los celos las consumen en las noches de ausencia y ya por la mañana no son más que miradas vengativas y caricias nefastas (sí, incluso a las caricias trastocan) ¡Ay, las mujeres, ay, esa mujer!" se decía nuestro hombre esa mujer había soportado sus ataques, sus enfermedades constantes, su sonrisa manchada y sus lagrimas de niño necio, esa mujer le hizo pesada el alma, con sus ademanes de niña y adornos de mujer, con sus amoríos de verano y el adiós en el frio invierno, con su forma de amar, entre berrinches y arrebatos de pasión, entre dulzura y maldad, con egoísmo y compasión, "¡Ay, esa mujer!" se repetía al recordarla, "Qué lejos estaba, tan lejos, gracias a Dios”. Ahora tenía al opio, la mujer bendita de la blusa salmón le había presentado a su amada, le entrego una vida, no la abandonaría permanecería devoto, fue una promesa que se hizo.

 Ese celebre bar, para entonces pestilente y envilecido fue su hogar desde esa tarde, vio a muchos hombres morir en ese lugar, uno le causó especial impacto; el hombre rubio de las ratas, este pasó toda una tarde retorciéndose en el suelo, parecía estar siendo galvanizado, su boca exprimía una sustancia blancuzca con tintes de sangre, nuestro hombre miraba fascinado así como todos (¿de qué otra forma se puede reaccionar ante la muerte?) con asombro veían  la apariencia de la muerte, nuestro hombre lleno de opio magnificaba esa escena, hasta que el hombre rubio dejo de moverse cubierto por completo por el manto de la muerte, pensó entonces que quería una muerte similar, quería que un hombre lo viera morir y que este a su vez deseara su propio final. 

 Desde que entró a ese bar, desde que conoció al opio nuestro hombre no sabía donde comenzaba o terminaba el día, para él era todo lo mismo, embebido en sus pensamientos, amando con el opio, sin darse cuenta huía de si mismo, en ocasiones bailaba con el alcohol, mezclaba whisky y anís, entonces cantaba con el fuego en su garganta. 

 Desde niño había sido enfermizo de allí su naturaleza de hipocondríaco, naturaleza que sin embargo había sido anulada por el opio, ya no habían preocupaciones sobre su salud o un posible ataque, ahora sólo habían fluctuaciones bellísimas  en su mente, veía con claridad en ese lóbrego lugar, era excepcional, magnifico en ese contenedor de pestilencia. 

 Allí brotaba su genio, ese que jamás pensó habitaba en él, trascendentales obras emergían de su puño, trazándolas con sus dedos, dibujándolas con su tinta. 

 Tal vez el opio hacia que huyera de sí, pero solo una parte huía, esa parte débil, infestada de miedo, esta le daba paso a una fuerte, a su verdadera esencia, esta que era genio y arte, desconocida en su estado habitual antes del opio. 

 Su amante hacia que emergiera su lado admirable, lleno de belleza, desbordante, así como hace el amor a las almas que se dejan tocar, así se dejó él al opio, era magnifico desde entonces, no fue una mujer sino el opio, cuanta genialidad irradiaba. 

 A lo largo de la historia es bien sabido que mucho dones han despertado por el beso del alcohol, por el roce de un cigarro, por la mirada del opio, cuantos dones los de los simples mortales, dones que jamás descubren por si solos, cuanta ayuda necesitan los hombres después de todo. 

 El nuestro, nuestro hombre jamás fue tan brillante como en ese celebre bar de los atormentados, muchos perecieron, tantas obras se desvanecieron en el pérfido aire de ese lugar, llenándolo sin embargo de tanta vida, de tanto arte. 

 Siempre había sido flemático y de un pálido enfermizo pero luego de ser tomado por el opio y de sus bailes con el alcohol, luego no llegaba a flemático, no era más que huesos andantes sin carne, ya no era pálido, no era de ningún color antes divisado, la vida se extinguía de su cuerpo y sin embargo él jamás estuvo tan vivo. 

No llegó a despedirse del opio, el alcohol tomo sus últimos instantes en esta tierra, bailando con él como nunca antes había hecho, le dejó agotado en el suelo, sonriendo por recuerdos embellecidos debido a la presencia del whisky, recordaba sus enormes gafas de niño, sus correteos con una dulce niña, las noches de cuentos de su madre cuando yacía enfermo en cama, los besos con esa mujer de ébano, las noches de juegos con sus amigos, las partidas intensas de ajedrez, los paseos por la villa cada tarde, cada momento de su vida aparecía uno tras otro, las lagrimas brotaron cuando ya el whisky se había marchado, cuando ya no había escape al dolor, cuando entendió su soledad, cuando se desgarro por la realidad y su genialidad huyo y su debilidad lo tomó, desesperó por el opio pero ya era muy tarde no alcanzaría a su amada, todo lo abandonaría. Se vio entonces, vio quien era con claridad, nada puede ser tan doloroso como eso, comenzó a gritar, pedía papel y tinta, se la alcanzaron en medio de la desesperación, extinguiéndose trazó con sus dedos estas palabras "¡Huyan! ¡Huyan!" perdió el conocimiento y todo de sí, allí entre estos hombres, entre las últimas piezas de Hamlet, entre El Corazón de las Tinieblas, entre Goriot y Moriarty.