Espacio hecho para que los escritores puedan dar a conocer sus obras.
viernes, 29 de abril de 2016
Muerto en nuestra guerra.
jueves, 28 de abril de 2016
La musa
susurrando mis nombres con leve pudor,
mantiene sus manos tocando el color
de mis callados sueños en constante flor.
que tengo miedo de no ser real,
me conservo completa sin dudar
mas también su costumbre mantengo a mi pesar.
de vivos colores con su arte y sanar.
Mi musa: artista
y yo
un triste cantar.
A todos los escritores
lunes, 25 de abril de 2016
Sinfonía
Cada día me preguntaba dónde podía estar mi alma gemela.
Me levantaba con la misma sensación con la que se levanta un pianista cuando le arrebatan el instrumento al que ha dedicado toda su vida.
Buscaba el amor, buscaba la pareja ideal, mi media naranja o mi medio limón que más da; eso no existe, me decían.
Buscaba cariño y comprensión.
Buscaba detalles tontos más que regalos caros.
Buscaba noches de sofá y manta que rematar en la cama, y no aburridos planes de fin de semana.
Buscaba besos lentos y no lenguas hasta la campanilla en una primera cita.
Buscaba una chica inteligente con la que hablar de libros, política, música instrumental y poesía.
Buscaba unos ojos marrones con brillo antes que unos claros sin chispa.
Buscaba una sonrisa que cambiara mi vida, cuando yo ya era el motivo y principal protagonista de otra sonrisa.
Era como el pianista que se deja el alma en interpretar la obra que ponga el colofón a su vida, cuando en realidad lleva la obra en sus dedos desde hace más de cuarenta fragmentos.
Hasta que un día dejé de buscar, miré para otro lado y me la encontré a ella.
Allí, con esos ojos que había visto tantas veces pero había observado tan poco.
Con esa sonrisa que me me decía: bésame y pon fin a mi mundo, que hoy mismo empezamos una nueva vida juntos.
Y la besé.
Y nuestros labios se fundieron.
Terminé la pieza,
resulta que mi alma gemela venía con sinfonía propia.
Se convirtió en la obra.
La obra que ponía el broche a una vida. A una vida llena de partituras y composiciones incompletas arrojadas a la basura.
Ricardo Marcos.
De mi blog ricardomarcos.wordpress.com
viernes, 22 de abril de 2016
Belleza, una cuestión de elección
Tú, aparentemente tan segura por fuera, haciendo bandera de tu físico. Y sin embargo, tan vacía y falta de sueños por dentro.
Ella, más insegura, con un físico que en ocasiones no le hace toda la justicia que ella quisiera; pero con una mirada y una sonrisa tan limpias que es capaz de conquistar a cualquiera.
Tú, metro ochenta, mirada traviesa y figura perfecta; que se quedan en nada cuando abres la boca y lo estropeas con tus palabras.
Ella, metro setenta al que no llega, ojos negros chispeantes y una figura muy alejada de las mujeres de pasarela; pero con una simpatía y una dulzura capaces de hacerme perder la cabeza.
¿Y aún hoy te preguntas por qué la elegí a ella?
domingo, 10 de abril de 2016
Kamikaze, Irene Gallego.
en el otro lado
siendo perseguida
por la muerte.
Me despierto
con los huesos calados
del sudor y sangre
derramados,
y los miedos se acrecentan
sin forma de evitarlo.
Caigo y caigo
desde el inframundo
a la tierra de lo oscuro,
más negra de la que ya habitaba,
más muerta que mi alma.
Y grito. Grito por auxilio.
Pero nadie escucha
y tampoco quiero ser escuchada.
El descenso al infierno es fácil,
y una vez allí la luz
se siente volátil.
No la quiero,
no me quiero.
Solamente quiero descansar
de esta batalla explosiva,
lanzarme al vacío de lo desconocido,
vivir una nueva vida,
lejos.
Lejos de mí, de todo.
Lejos de ellos, del dolor.
Silencio. Por siempre,
quiero.
viernes, 8 de abril de 2016
El celebre bar de los atormentados
Era un célebre bar, allí había reposado Modigliani, allí el padre Grandet había desparramado su oro entero, allí Edgar había dibujado las primeras líneas de su amontillado, allí Holmes había retozado con su pipa en busca de conjeturas; cuantos personajes que para entonces no eran sino hombres.
martes, 5 de abril de 2016
En otra vida
De mi blog: www.ricardomarcos.wordpress.com
¿Sabes? A veces cuando me miras y con esa deslumbrante sonrisa me contagias tu alegría, siento como si tu cuerpo y el mío ya se hubieran conocido, y amado, en otra vida.
Porque cuando esa sonrisa me envuelve me encuentro en medio de un torbellino sin salida ni medida, que arrasa sin compasión ni temor el poco sentido común que pudiera quedar en mí; me haces perder un sentido, estimulando todos los demás, ya que aún tengo muy presente la fragancia que desprende tu cuerpo, la suavidad de tu piel, ese dulce sabor que siempre hallaba en tu cuello y aún hoy mi oreja se pregunta donde quedaron aquellos "te quiero" susususurrados con tanta delicadeza a mi oído.
Eras en mi vida fuego y hielo, eras la brújula y el norte perdido, eras el amor y la melancolía, eras el sexo y el romanticismo, eras mi peor pesadilla y mi mejor sueño, eras el encuentro con lo presente y lo desconocido.
Eres un cuerpo y una alma, grabado por la intensidad de un veneno instantáneo, en la profundidad de mi piel.
Ricardo Marcos.
lunes, 4 de abril de 2016
Tal y como somos: Amor
Hoy voy a quererme tal y como soy,
hoy voy a dedicarme todo el amor incondicional que pueda sabiendo que, en un universo no tan alejado de la cordura, estoy formado por pequeñas partes de ti;
tus sonrisas, tus caricias, la suavidad de tu piel, el agradable olor de tu cuello, tu dulce forma de mirarme, tus desayunos que terminan en unos buenos días especiales; tus te quieros y tu penetrante risa; esa que se me clava en lo más profundo de mí como si dardos fueran colmados por la dulce fragancia que desprende tu cuerpo.
Hoy voy a quererme a mí mismo de la mejor forma posible: amándote; sin límites, sin prisas, sin remordimientos
Fin
Todos aquellos se dejaban llenar de una vista superficial, se conformaban con esa fachada de bienestar.
Ninguno jamas se tomo el tiempo, ni la modestia de mirar dentro de sus ojos para tratar de entender su forma de actuar.
Nunca fueron capaces de ver mas allá de lo que se les ofrecía.
domingo, 3 de abril de 2016
Muérdeme la pena
sábado, 2 de abril de 2016
A veces.
con labios de gominola
y algún que otro diente de león.
Iba siempre sonriendo
como si quisiese impresionar al sol.
Y creedme, a veces lo conseguía.
Sólo necesitaba ponerse aquel vestido de flores
que hasta al más nublado le hubiese aclarado la vista.
Con solo mirarla te daban ganas de soplarle los miedos,
de bailarle las dudas y de contarle todos los lunares de la espalda.
Sobre todo aquellos que tenía en forma de flecha,
como si estuviesen pidiendo a gritos que empezases a besarla.