martes, 9 de junio de 2015

ELLA. (RELATO DE SALIDA) por @Autodidakto

Una conversa en la noche, descubierta por la carretera, desnuda yace la virtud de la inocencia entre cartones fríos, asfalto mal perfilado y esquinas orinadas. Como vestida de gala y perfumada para la ocasión, el precio impagable es su rostro pálido que ilumina las estrellas. Ni el delineado de sus ojos, ni el espesor de sus pestañas son el Edén, tampoco el paraíso, y lo que queda de su húmedo y angostado cuerpo, ya se subastó entre ruines licitadores. Pero ella todavía se sostiene, la venta nocturna la mantiene, no viva, pero tampoco muerta. Con tal fortuna, la desesperación la ha llevado a jugar con la baza del desagradecido azar, de tener que salir a patrullar su calle al anochecer de lunes a domingo, sin descanso, sin misericordia, como única meta salir de aquel agujero.

Si ellos supieran que bueno era cobrarse al verla caminar acompañada del son de una guitarra rumbera, desde la mañana hasta la tarde, de compras por el centro, atendiéndote en el mercado, sonriéndole a la vida.
Ahora ya ni se la ve. Ni se la escucha. Las riendas de su juventud se desgomaron y no la sujetaron al acercarse al precipicio. La caída fue inevitable. Comenzó el ocaso de sus días en manos de Lucifer, en las entrañas de Satanás, ante las puertas del mismo infierno… Allí donde se destierran las almas vendidas, la mala vida, la prostitución.
Porque ella como un suspiro nació, creció, vivió y murió cuan ser marginado y rechazado por esta nuestra sociedad y un día cualquiera ya no pudo ver más el sol, lo taparon sus ojos, no querían despertar… No querían ver su realidad por más tiempo.


Puedes leer más de José Ferriol en:

No hay comentarios:

Publicar un comentario