ES TODA ELLA
Su sonrisa. No, sus
ojos. Tampoco… tal vez sea su voz, o a lo mejor es su pelo compitiendo con la
suavidad de su piel.
No puedo decir qué
es, sin dejar afuera lo que también es.
Es toda ella, desde
su pelo hasta sus pies, desde su mañana hasta su anochecer, desde su corazón
hasta su infinito. Desde un “te quiero” hasta un “adiós”, desde un beso hasta
un pellizco, desde la mirada hasta su espalda, desde mi abrazo hasta su
sonrojar, desde hoy hasta siempre.
Es toda ella, y
nada queda fuera. Su dulce hablar que consuela los oídos, su inigualable
caminar que hace la tierra vibrar, su majestuosa libertad que ni el más grande
imperio puede apresar.
Es toda ella, y su
corazón está reflejado en la alegría que parece nunca terminar.
Sonrisas que hasta
las estrellas suelen envidiar. Miradas que parecieran del mismo sol llegar. Caricias
que la brisa más suave no sabe dar.
Es toda ella, y no
hablar de su fuerza de voluntad, porque los huracanes más ambiciosos no la pueden
igualar, ni los vientos más intensos se imaginan alcanzar.
Es toda ella, y
nada la detendrá. Y si la vida le prepara un amargo andar, ella lo sabrá
enfrentar, con su sonrisa fresca los sabores dulces se volverán y con su mirada
en alto todo todo enfrentará.
Su voz, su mirar,
su caminar, su palpitar, su sonrisa, su fuerza de voluntad, su corazón, su andar.
Nada queda fuera, todo vale en ella, si la vida misma no puede encontrar otra
igual, y no es porque hay algo en ella, es porque es TODA ella…
Lucas Visgarra
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