martes, 9 de junio de 2015

Relato escrito por @lucyWonderlandx

Me senté sobre el musgo que había crecido entre la carretera y la tierra.
Estaba muy cansado. No había andado nada apenas, pero no tenía fuerzas ni para abrir los ojos.
Cuando cayó la noche, busqué un refugio entre unos bloques de pisos en una calle sin salida. Disponía de una manta y de varios cartones. De modo que puse los cartones sobre el suelo para poder aislarme del frío y me acurruqué en la manta.

El frío me estaba helando las entrañas. No solo sentía el frío físico. Sino que también me acompañaba la fría y tenebrosa soledad. Esa que te hiela y te quema por dentro, convirtiéndote en cenizas.

Tras una noche que pareció interminable, pasó lo inevitable. Deseaba con todas mis fuerzas no verme obligado a afrontar un día más.
Pero sin embargo, volvió a salir el sol. Y volvieron a caer las gotas de los tejados, volvieron a volar los gorriones, volvió la luna a ocultarse para dar paso a un nuevo día.

Esa misma mañana, encontré un papel mientras caminaba. Lo cogí y lo abrí.
Se trataba de un dibujo. Me sorprendió lo bien retratado que estaba.
Por un momento olvidé todo lo que había a mi alrededor. Todo lo que había en mi cabeza. Todos mis recuerdos, mis problemas, la tristeza.

Admiración, era aquello que ese dibujo despertó en mí. Una sonrisa, una lágrima, una luz dentro de la espesa oscuridad. De la niebla de la realidad.
Entonces recordé dónde estaba mi sitio. No me había dado cuenta hasta ese momento, en el que me hallaba perdido. Lo había tenido delante de mis narices todo el tiempo.
Pero fue realmente complicado hallarlo.

Gracias a aquel papel desperté, y viajé a algún lejano paraje. Un lugar donde toda la infelicidad desaparecía, un lugar no perteneciente a la Tierra. Demasiado perfecto como para ser real. Como para siquiera existir. La imaginación.

¿Cuál es la verdadera esperanza?
Mantenerte vivo, pero no en la Tierra, sino en la imaginación. Un lugar dentro de la mente.
Atado a algo no existente. ¿Eso es todo? ¿Decidir entre encadenarte a la vida o a la irrealidad?

La mente, una parte tan fuerte y tan frágil. Capaz de construir y destruir, matar o revivir.
Puede destruirte por dentro, puede quemarte, apagarte lentamente, consumir tus suspiros, robarte el aire, atraparte, encadenarte. De tal dimensión que es casi imposible no perderse. Donde los monstruos te acechan, te derriban, te destruyen.

¿Existe alguna posibilidad de sobrevivir? ¿De vencer esa batalla?
¿Quién es el verdadero enemigo?

Me encontré sentado, con un cuaderno bajo el brazo, con un papel y un lápiz entre mis manos. Con la vista sobre aquel boceto y la mente en aquella fantasía, pura falsedad.

Había encontrado mi papel en el mundo, mi felicidad. Aquel rincón de ilusión, viviendo en un sueño. Quizá algo no real, pero era aquel mi sitio, al fin y al cabo.


Tal vez no todos encontremos nuestro sitio en este mundo,
es posible que nuestro lugar esté más allá de la realidad.


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