martes, 7 de julio de 2015

Día cuatro sin ti, escrito por @MissBrigthside_

Hoy me he hecho la valiente y he intentado escuchar a Vetusta Morla, ya sabes, con la sinfónica de Murcia. Bueno, valiente, he empezado a llorar nada más sonar la intro de 'Los días raros'.
Sintonizar, reagrupar pedazos.
Algo así he intentado. Parece que no estoy preparada aún para escuchar ese concierto sin recordar esa escena en tu sofá la primera vez que lo vimos juntos, y me abrazabas por la espalda; sin recordar los ratos en tu coche comiéndonos a besos y teniendo todas esas canciones como único espectador. O cuando, abrazado a mí, no podías parar de llorar, de felicidad, mientras sonaba 'Copenhague'
Nuestra canción.
Aunque creo que después de anoche voy mejorando. Es cierto, hoy he llorado menos pero he escrito muchísimo más. Me da por aferrarme a la idea de que quizás dejes de quererme.
Pero de leerme no creo que dejes de hacerlo nunca.
He estado leyendo todas esas cosas que decías de mí cuando aún era tu musa. Las canciones o esas entradas absurdas en las que decías que no serías capaz de respirar sin mí.
Ojalá que no te estés ahogando.
Me ha dado por pensar cómo siempre creímos que éramos la excepción.
Y en cómo quizá ese ha sido nuestro mayor error.
Porque hemos acabado igual que todos,
rotos.
Se me ha escapado una sonrisa pensando que quizá tú también lo hayas intentado, ya sabes, hacerte el valiente, y hayas intentado escuchar alguna canción que en el algún momento ambientó uno de tantos de nuestros recuerdos increíbles. 
Y ojalá que también hayas llorado.
Pero, sobre todo, ojalá que hayas sonreído,
No he perdido la esperanza aún porque sé que en algún momento del día estarás recordando la forma en la que te miro o en la que te abrazaba.

No recordaba lo fácil que era escribirte.
Tampoco recordaba esa forma tuya de cogerme de la cara, como en nuestro último beso, de mirarme como si de verdad me vieras como la chica más guapa del mundo.
Con esa forma tuya de ponerme la piel de gallina con solo pensarme.
Con esa forma tuya de hacerme temblar.

No he perdido la esperanza porque sé que en algún momento del día estarás pensando en cuánto me quieres.
Ojalá de la forma en la que yo lo hago.

La primavera no quiere
que los amores de invierno terminen,
                                              
                                            pero el verano ha llegado

                                            y ha arrasado con todo.

Ahora yo me vuelvo a refugiar en los poemas
y escribo sobre nuestro febrero,
echo de menos la lluvia
y el sabor de tu jersey,
                                  
                                         y, mientras,

                      te quiero más que ayer.

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