Te echo de menos, sí, porque qué es la vida sin amor, la vida es
amar, al igual que odiar, porque no se ama si no se cela y no se cela si no se
odia.
Ya no siento en mí el cosquilleo, no siento la emoción, la
sombra, el llanto, la inspiración... ¡Aquellos poemas que hicísteme escibr!
¿Quién lo iba a decir? En aquel mismo lugar donde mi alma dejó de buscarte empezó a encontrarte de nuevo...
Convertías mis lunes
de lluvia en viernes al sol... Sin ti las nubes se apoderan del cielo.¿Quién lo iba a decir? En aquel mismo lugar donde mi alma dejó de buscarte empezó a encontrarte de nuevo...
Aquel día, aquella noche. Nuestros, sólo nuestros ¡Bendita soledad!
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