Perdida en el tiempo
Yennifer De Gois
En la actualidad, la vida gira en
torno a la belleza física, todo el mundo se centra en el ¿qué dirán?, las
mujeres son acusadas por el largo de su falda, y la profundidad de su escote;
así mismo, los hombres son elogiados por la cantidad de féminas con las cuales,
han estado entre sabanas. A raíz de esto, me encuentro en un punto
circunstancial donde dudo si estoy viviendo en mi época ideal.
En mi mente no logro comprender a
esta “generación”, y como pretenden seguir evolucionando. Soy fiel creyente del
amor, y de ese “príncipe ideal”, solo cuestiono ese nombre tan fatal, prefiero
decir hombre real. Un hombre trabajador y luchador, capaz de afrontar con
cariño e inteligencia cualquier situación; pero a su vez ese hombre que posee
temores y miedos pero que los tiene como motor de superación.
Soy fiel creyente de ese “amor de
por vida”, pero no como en los cuentos de hadas y de maravilla, si no de aquel
que se cultiva con paciencia. No quiero un hombre de cuento, pero tampoco
quiero un hombre de mi generación que pretende tratarme como un objeto sin
valor.
Quiero un hombre real, que me
haga bailar tanto en la calma, como en la tempestad, que le guste luchar por
sus metas, y tenga ideales que alcanzar. Que me lleve la contraria de ser
necesario, que me abra los ojos antes mis terquedades. Que logre lo
inimaginable.
No sé, si estoy en la época
equivocada. Si debí nacer antes, o después. Solo sé que algún alma debe estar
sintiendo mi misma integración, al sentirse extraño a esta situación.
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