martes, 7 de julio de 2015

Epístola anónima, escrito por @natiagudelo95 @casiunaepistola


Vení, vení acá yo te cuento un secretico; a mi me gustan los juegos equitativos, donde si tu ganas yo gano e indiscutiblemente si yo pierdo, tu pierdes; me gusta que si te duele, me duela; que si sonríes mis dientes se asomen también, y que si yo deliro, vos tengas un par de buenas razones para hacerlo también.

Vení, vení acá yo te muestro una cosita; miranos las manos, tal vez estoy un tanto azucarada esta noche, o golpeada por tu ausencia, pero juntas son perfectas, firmes y cálidas.

Vení tomémonos en serio, no le tengas miedo al túnel sin regreso que no hay ataduras, está lleno de libertad, y si ninguno ha vuelto de allí es porque ha decidido no regresar, vení tomémonos en serio, pero a la par; o nos mentimos o nos perdemos en nuestra inmensidad, que mientras vos te hagas el loco yo me finjo cuerda, y así hasta que vos querás, tú con cara de mi y yo con sonrisa de vos, más valdría cambiar de papel, tu cuerdo y yo loca, porque lo conocido aburre y la falsedad ahoga.
en serio, no le tengas miedo al túnel sin regreso que no hay ataduras, está lleno de libertad, y si ninguno ha vuelto de allí es porque ha decidido no regresar, vení tomémonos en serio, pero a la par; o nos mentimos o nos perdemos en nuestra inmensidad, que mientras vos te hagas el loco yo me finjo cuerda, y así hasta que vos querás, tú con cara de mi y yo con sonrisa de vos, más valdría cambiar de papel, tu cuerdo y yo loca, porque lo conocido aburre y la falsedad ahoga

No hay comentarios:

Publicar un comentario