martes, 7 de julio de 2015

Obsesiones incurables, escrito por @Lauriehf33

Obsesiones incurables


Me pinté los labios de rojo. Los repasaba una y otra vez perfilando el límite de la piel y la carne, apretando fuerte, haciendo muecas, bailando delante del espejo sin música una canción, repitiéndola una y otra vez en mi cabeza, tengo una obsesión terminal, incurable, incorregible, indeleble, perenne.
Las patas del mueble tenían polvo. Un polvo ya incrustado, pegado, debido al tiempo. Cuando lo compré no recuerdo la elección, ni la ilusión, ni el lugar, sólo el momento. Recuerdo cuanto hace de aquello y me obliga a repasar la película de lo vivido sin tener ganas, como una especie de imán que atrae la chatarra sentimental. Historias vividas que habían quedado en el olvido.
Leí las últimas frases del libro, pronto empezaría otro, como cuando como helado con los dedos, devorándolo letra a letra, pasando las páginas como si fueran hojas de seda.
Me tumbé en la cama mirando al techo, imaginando el cielo, jugando con algunos mechones de pelo, susurrando a los meses abril, mayo y junio, cantando a la primavera. 

Por favor, ven, ven y conviértete en fácil, hazlo todo simple. 
Regálame un poco de tus besos donde no existe el miedo y todo está resuelto.
Regálame un poco de tu alma que quiero volar un rato.

Regálame un poco de tu sexo que quiero amar una eternidad.

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