martes, 7 de julio de 2015

'Música, bendita música', escrito por @MissBrigthside_

La felicidad
               de tener el corazón roto.
No sé cómo lo haces, pero siempre encuentro motivos para darte las gracias.
¿Quién iba a decir, mi amor, que sin carbón no hay reyes magos?
Te dije una vez que sobreviviría sin ti.
Pero necesito que sigas siendo tú quien ponga el aire. Al respirar.
Decían los Piratas que
si tú te vas
y yo me voy
no quedará nada,
ni los buenos momentos.
Quédate,
joder,
hasta el día que lluevan pianos, quédate.
Nuestra historia siempre ha sido como un viaje en una noria, montados en tu coche y follando como animales.
No pensé que llegaría el día en el que no pudiera más.
No sé qué hay ahora mismo en mis venas, ahora que no estás tú para quitarme todos mis miedos.
Y mis dudas infinitas.
Y tampoco sé si querrás oír esto, pero no quiero aprender a dormir cuando no estés.
Joder, quiero seguir notando que has llegado.
Y que siempre estarás a mi lado.
Vuelve.
Sigue matando todos esos monstruos por mí.
Que la pena, amor, solo dura tanto como quieras tú seguir llorando y, cuanto más dura, más cargado viene el ron.
Ya sabes que cuando ríes, a mí el mundo entero me da igual.
Que aún cuando a los dos nos sobraban los motivos para irnos, decidimos quedarnos, perdernos para encontrarnos entre tus sábanas manchadas de besos,
una vez más.
Cuando era tu pequeña, tu Penélope, tu princesa, la del cuerpo de flores.
Iglús sin primavera.
Mírame, cariño, que la vida siempre me ha parecido más amable cuando brillaban tus ojos.
Mírame, joder, mírame.
Fui feliz.
Y fue tu juego, tu olor, tus ganas, tus canciones, tus palabras
quienes me dejaron así.
Quizá ahora solo sea los restos de esa escalera al cielo que buscabas, ahora en ruinas.
Quizá ahora solo sea el recuerdo de esa rubia de la que hablaba Extremoduro.
Pero, joder, yo me sigo muriendo de ganas de fundirme en tu fuego. Y de pasar noches en vela contigo, mirando estrellas.
El rollo de siempre.
Promesas que no valen nada aún cuando el equilibrio sigue siendo imposible.
ABRÁZAME.
Que nosotros siempre hemos sido distintos, como Bonnie and Clyde, que juntos supieron morir,
Ni París con aguacero ni Venecia sin ti. Mi suerte.
Que me dan igual todos los días raros, joder, porque saber que estás ahí me hace más fuerte.
Amándome sin condiciones y haciendo siempre que me tiemblen las piernas.
Qué bien saber que sigues cerca.
Me dan igual las promesas incumplidas y los crímenes imperfectos,
yo voy a comerte.
Y, por favor, que todas nuestras noches sigan siendo reversibles.
Con esa maldita dulzura tuya, que siempre consigue que cualquier lugar sea mi casa y que haya dejado de buscarme en los cajones,
para hacerlo entre tus brazos.
No puedo seguir dejándome llevar, porque ya lo tienes tú todo.
Y quizá me coma la ansiedad al pensar que vas a leer esto, pero tú fuiste el que me enseñó a ser más valiente.
Que a mí, lo único que me hace grande,
es tenerte a ti delante otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario