domingo, 27 de marzo de 2016

contradicciones; la razón gana

Hoy te quiero escribir
y no dispongo,
precisamente,
para hacer derroches. 
Me gustaría decirte,
si me lo permites, 
que no me hagas caso.

Ignora si te digo que te vayas,
que no tengo ganas de verte.
Que no me gusta que me mires (así).
Que no me apetece comerte.

Olvida si te pido que me olvides,
que lo dejes estar,
que aceptes mi decisión.

Discúteme si no quiero que lo pases mal,
pues eso es cosa tuya;
que no es posible sentir amor en días,
y que en días te vayas apagando.

Y ahora,
hazme caso, vete, no tengo ganas de verte, odio cuando me miras así, no te comeré. Olvídame, déjalo estar y respeta mi decisión. No quiero que lo pases mal, es improbable sentir amor en días y sé que he apagado tu luz.

Sé que soy egoísta, que me voy porque no me puedo quedar, o que no me puedo quedar porque me limito. Me voy porque tengo miedo a que sufras, a que me estanque y a limitarte. Sobre todo me voy porque sé que es posible enamorarse en días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario