lunes, 21 de marzo de 2016

Honestidadypedid.

De repente
un momento para no pensar
y siguiendo la naturaleza opuesta
pensamos en todo
menos en lo que tenemos.

Nos quejamos,
lloramos,
rabiamos,
hacemos el atemporal acto
de odiar.

Servimos odio,
bebemos odio,
comemos odio,
tenemos odio,
celebramos el odio
una y otra vez
en ritmos eternos,
inclasificables.

Incluso lo convertimos en pan
con el que alimentar a cientos de miles
que flotan en falsas promesas
prara intentar camuflar realidades,
que esperan frente a Grecia,
que ruegan a un sistema enfermo,
que mueren a nuestros pies.

Nos excusamos
porque dudamos de nuestra honestidad,
pero honestidad dejó de significar
para empezar a dejar de existir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario